Alba nos invita a entrar en su gran mural para conocer el bosque de ortigas rojas, y algunos de sus habitantes. Aquí encontramos niños y personajes extraños, pero que parecen convivir de forma pacífica en este entorno, protegidos por la planta urticante.
La artista suele trabajar el tema botánico, mostrando especial interés en lo que conocemos como “malas hierbas”, plantas que pasan desapercibidas y a las que no les prestamos atención, como es el caso de la ortiga.