En este mural, Claudia Isabel ha querido mostrar el gran sacrificio que ha hecho la mujer en el medio rural. Unas manos de mujer sujetan con fuerza una corona de cardos, una planta incómoda, dolorosa, que hace sangrar a quien la toca. La mujer como sostén que ha sido tradicionalmente de la familia, que ha soportado la desigualdad, el techo de cristal, los cánones de belleza, la violencia de género, la carga familiar y de cuidados… Todo ello, aquí lo vemos en la forma de esos cardos.