Talante de mujer
Esta escena familiar de tono melancólico tiene matices de color amarillento y un aspecto granulado que se relaciona con la fotografía analógica. El conjunto de aspectos transporta a un momento anterior, como si fuera el recuerdo de una escena completa, en la que madre e hijo juegan mientras la hija se apaña por su cuenta. Un diálogo se establece entre el espectador y la escena, que sintoniza en primer lugar con el equilibrio de la niña, viendo como el resto de personajes son ajenos a dicho esfuerzo. Así queda al descubierto la actitud de la hija de autodeterminación y disparidad con lo que ocurre detrás, pero desde la inocencia de su juventud, no por ello con menos arrojo. Se relata aquí el primer punto de inflexión de un posterior complejo de Edipo femenino.